DESAPARECEN LAS ISLAS

Revista literaria Casapaís. Marzo de 2024

Me hace especial ilusión formar parte de la familia de autores que componen el apartado Poesía seleccionada de la nueva publicación de la revista literaria Casapaís. Uno de mis poemas inéditos ya es parte de Desaparecen las islas, aunque tendremos que esperar a su lanzamiento oficial, previsto el 31 de marzo, para leerlo. Ya está abierto el plazo de preventa AQUÍ, donde podréis encargar vuestro ejemplar.


Esta vez, Desaparecen las islas. El tiempo transcurre, se desplaza. La noche se cierra y aparece el día. Y la tierra en la que vivimos ya no está, se ha ido. Aquí está el nuevo número de Casapaís para interrogarte.


¡No puedo sentirme más agradecida por recibir esta noticia en el día de hoy! Es digna de mención la portada que anticipa el contenido de la revista, nacida del arte y la pericia de Nicolás Lapadula, artista cuyas obras recomiendo investigar profundamente.


POESÍA EN EL CÍRCULO

En plena lectura de mi Decálogo de mareas muertas (2022)

Ha sido para mí un placer enorme formar parte del ciclo Poesía en el Círculo junto a Luis Enrique Valdés Duarte, Fernando del Val y Araceli Sagüillo, en el inmejorable escenario que es el Círculo de Recreo de Valladolid. Mi agradecimiento va dirigido a todos los que han propiciado este encuentro, desde Emilio Quintanilla Buey a Carlos Aganzo, y al público asistente que nos arropó con su presencia: poetas, amigos, familia. Atesoro ya este recuerdo en la memoria para los siglos de mis siglos.


SOBRE EL DESEO

Visto en la cuenta de Twitter: @ePerezJandette

El deseo sexual, si es recíproco, origina un complot de dos personas que hace frente al resto de los complots que hay en el mundo. Es una conspiración de dos. El plan es ofrecer al otro un respiro ante el dolor del mundo. No la felicidad sino un descanso físico ante la enorme responsabilidad de los cuerpos hacia el dolor.

En todo deseo hay tanta compasión como apetito. Sea cual sea la proporción, las dos cosas se ensartan juntas. El deseo es inconcebible sin una herida. Si hubiera alguien sin heridas en este mundo, viviría sin deseo.

El deseo anhela proteger al cuerpo deseado de la tragedia que encarna y, lo que es más, se cree capaz. La conspiración consiste en crear juntos un espacio, un lugar, necesariamente temporal, para eximirse de la herida incurable de la carne. Ese lugar es el interior del otro cuerpo. La conspiración consiste en deslizarse al interior del otro, allí donde no se les pueda encontrar. El deseo es un intercambio de escondites.

– John Berger (Esa belleza, 2005)